Secretos de despacho
30 mayo, 2009
Comodidad y discreción en SAS
Halvard bratberg dirige con austeridad la compañía aérea en España y
Portugal.
Pas Alvarez Madrid – Fin de semana 30 de mayo 2009 –
Cinco Días
Su trabajo está orientado a la labor en equipo. No lo
concibe de otra manera. Hallvard Bratberg, de 43 años, nacido en una pequeña
localidad cercana a Oslo (Noruega) y director general para España y Portugal de
la compañía aérea escandinava SAS, observa diferencias entre la forma de
trabajar de los países nórdicos y la de los latinos. «En Escandinavia todo está
orientado a resultados y el trabajo se realiza de manera consensuada. En cambio,
en España todo sucede de forma más ágil porque no se pide tanta opinión a los
integrantes del grupo». Se trata de un ejecutivo de apariencia tranquila, sin
tendencia a romper el equilibrio. No cambia el gesto a pesar de que el tema que
se aborde sea el de la crisis. «Afecta al negocio aéreo en particular y al
sector turístico en general, pero hay que aprovechar la oportunidad que supone
para España atraer a turistas escandinavos».
Entre otras razones, esgrime las buenas infraestructuras que tiene España, su
historia, su cultura, así como la gastronomía, la gente y el sol. «España es un
destino muy interesante para el turismo y es fácil venderlo porque te ofrece
experiencias y lugares únicos y diferentes. El sur de España no tiene nada que
ver con el norte, es una tierra de contrastes». Lo que sí cree es que la crisis
hará que la organización y los procesos de trabajo cambien. En el caso de las
líneas aéreas a través de acuerdos de colaboración, como son los códigos
compartidos para facilitar la red de vuelos.
Lleva algo más de un año en España y está totalmente integrado en las
costumbres, y lo que más le sorprende es la vida de calle que tienen las
ciudades. «En Noruega, cuando es invierno la gente no sale de sus casas, y a
partir de mayo sólo se busca el sol». Bratberg agradece todas las oportunidades
personales y profesionales que le ha brindado SAS, donde ha trabajado toda su
carrera profesional. «Sientes que formas parte del mercado y aprecias cómo
funciona, a través de las compañías aéreas, el resto de los sectores
económicos».
Su trayectoria está ligada desde los inicios a la citada línea aérea, donde
comenzó a trabajar a tiempo parcial para financiar sus estudios de Económicas y
Administración de Empresas. El secreto de tan larga estancia no es otro que
«haber podido hacer muchas cosas dentro de una misma empresa». Se refiere a su
conocimiento de la compañía, donde ha ocupado todo tipo de puestos en distintos
departamentos y países.
Se incorporó al grupo SAS en el año 1987 y una década más tarde fue trasladado a
Hong Kong, ciudad en la que permaneció durante dos años. Entre 1999 y 2002,
ocupó distintos puestos en las oficinas centrales de la compañía en Suecia hasta
que en el año 2002 regresó a Noruega para trabajar en el departamento de cuentas
corporativas, donde fue nombrado director del programa corporativo. «Toda mi
experiencia profesional se ha desarrollado como si hubiera trabajado en
distintas empresas y en ambientes muy diferentes. Es algo que yo nunca he
planeado pero ha ocurrido de esta manera». Pero si algo le gusta es «producir,
hacer cosas, trabajar y estar en contacto con la gente». Todo esto lo cuenta
Bratberg desde su despacho en plena plaza del Callao madrileña, heredado de su
antecesor en el cargo, Ole Johansson, ahora director general de SAS en Japón.
El espacio es pequeño, nada apabullante, discreto, casi en sintonía con los
tiempos que corren en los que cualquier derroche puede interpretarse como fuera
de lugar. «Me gustan las cosas sencillas y no necesito nada especial para
trabajar, sólo un buen equipo». La puerta siempre la tiene abierta, «el contacto
con la gente es decisivo para un puesto ejecutivo porque tien